viernes, 14 de febrero de 2014

La matanza de San Valentín

En febrero del año 1929 en los Estados Unidos se encontraba en vigor la llamada Ley Seca, una ley que se prolongó trece años en el tiempo, desde el 17 de enero de 1920 hasta el 5 de diciembre de 1933. Esta Ley Seca no sólo no sirvió para acabar con el consumo de alcohol -que se siguió produciendo y consumiendo de forma clandestina-, sino que provocó un auge desmesurado del crimen organizado, y de las disputas entre diferentes bandas del hampa por tener el control en ese sector. Uno de los sucesos más importantes que tuvo lugar durante ese periodo ocurrió el 14 de febrero de 1929, en Chicago. Fue "La matanza de San Valentín". 

Como decía, en febrero de 1929 la Ley Seca se encontraba vigente, y de ella había sabido aprovecharse la Mafia, que había centrado sus actividades delictivas en el tráfico y contrabando de alcohol. El alcohol se había convertido en el negocio más rentable de la época, y personas de la importancia de Joseph P. Kennedy -el padre de John Fizgerald- o Al Capone, entre otros, gracias al alcohol hicieron sus respectivas fortunas. El hampa monopolizaba el control de este negocio, dándose lugar a numerosas luchas callejeras entre las bandas por controlar el negocio.

En aquella época eran constantes los baños de sangre, pero probablemente ninguno fue tan sonado como el que sucedió en la mañana del 14 de febrero de ese 1929, la noche de San Valentín, ya que marcó un antes y un después en la historia del crimen organizado del país. Aquel día, Al Capone consiguió acabar con un enfrentamiento que había comenzado varios años atrás, cuando los negocios de las dos grandes bandas eran dirigidas por John Torrio y Dion O´Banion.

Enfrentamiento entre Torrio y O´Banion
Ese enfrentamiento consintió en un agravio que el segundo le realizó al primero de estos líderes del hampa. Torrio trató de apaciguar el conflicto que O´Banion mantenía con los hermanos Genna, por lo que le propuso comprar su cervecería, a cambio de que este abandonase Chicago. O´Banion aceptó el trato, aún sabiendo que su cervecería iba a sufrir una redada en los siguientes días. Torrio, evidentemente, se sintió ofendido ante sus buenas intenciones apaciguando la ciudad y quiso venganza. El 10 de noviembre de 1924 O´Banion apareció acribillado, nadando en su propia sangre.

Torrio, después del ajuste de cuentas, optó por alejarse de la ciudad. Quedaba un vacío de poder en Chicago que rápidamente fue cubierto. El lugar de Torrio lo ocupó el carismático Alphonse Capone, más conocido como Al Capone -los periódicos le trataban casi como un héroe, por combatir la absurda Ley Seca-, mientras que el de O´Banion fue a parar inicialmente a Hymie Weiss y a Bugs Moran. Desde entonces, los atentados contra Al Capone se fueron sucediendo, al igual que los intercambios de golpes entre ambas bandas. En ese contexto de atentados entre bandas, Al Capone intentó negociar con Weiss para calmar los ánimos en la ciudad. Weiss rechazó las negociaciones y el 11 de octubre de 1926 apareció muerto. Bugs Moran quedaba como líder único de su banda.

La Matanza de San Valentín
El 14 de febrero de 1929 parecía que iba a ser un día más en la vida de Chicago, con parejas de enamorados y con los habituales intercambios de golpes entre ambas bandas. Lo que nadie se esperaba es lo que iba a suceder en las primeras horas del día de los enamorados.

Los chicos de la banda de Moran habían quedado en reunirse poco después de las 10 de la mañana en un almacén de la calle North Clark, en el número 2122, para recoger un cargamento de alcohol. Allí se iban a reunir los hermanos Frank y Pete Guseburg, Adam Meyer, John May, Al Weinshank, el doctor Reinhardt Schwimmer, y James Clark, el cuñado de Bugs Moran. El reloj marcaba las 10:25 mientras los chicos esperaban al líder de la banda, Bugs, quien llegaba con retraso a dicha reunión. Un retraso que resultó fundamental para salvar su vida.

A esa hora apareció por el almacén un vehículo patrulla, seguido de otro no identificado. Los mafiosos comenzaron a ponerse nerviosos, pues ellos habían pagado la cuota habitual a los agentes de policía pocos días antes, lo que les daba carta blanca para operar. De los vehículos bajaron tres personas vestidas de policía y otros dos vestidos de civiles, ordenando a los siete miembros de la banda de Moran que se situasen contra la pared. En ese momento fue cuando llegó Moran, que al ver la escena prefirió dar media vuelta y buscar refugio en una cafetería cercana.

Clark, claramente alterado, intentó advertir a los policías que estaban al corriente de pago, ante lo que recibió una sonrisa burlona y un culatazo de la Thomson que empuñaba uno de los agentes. Los oficiales hicieron colocarse a los gansters frente a unos de los muros del almacén e instantes después, a las 10:30 de la mañana, una ráfaga de no menos de 70 balas proveniente de las metralletas Thomson, acababa con la vida de los siete mafiosos, que debían haber sido ocho de haber sido puntual Moran. Acababa de perpetrarse la Matanza de San Valentín.

Sin culpables
Esta matanza supuso un hecho de violencia nunca antes visto. Rápidamente, tanto la prensa como la policía pusieron su ojo en Al Capone, que fue acusado de ser el cerebro de la operación y Jack McGurn el autor de los hechos. Al Capone, en su versión, dijo encontrarse en Florida durante esos días, mientras que McGurn, alias Machine Gun (metralleta), alegó que se encontró todo ese día con su novia, Louise Rolfe. Ambas coartadas fueron suficientes para librarles de la pena, por lo que quedaron absueltos de la matanza.
 
La emblemática matanza pronto se convirtió en un éxito mediático, con numerosos artículos en la prensa, documentales, e incluso una película. Pero a pesar de ese éxito, paradójicamente, también significó el fin de la carrera de Al Capone, pues por primera vez dejó de lado su apariencia carismática para dar paso a su cara más sangrienta. A pesar de no haber podido ser culpado de esas muertes y de que se apoderó del negocio del alcohol en Chicago, su carrera comenzó a caer en picado.

Poco tiempo después fue acusado de evasión de impuestos y por ello fue condenado a 11 años de prisión, el 17 de octubre de 1931. Pasó por un par de prisiones antes de ser enviado en 1934 a la prisión de Alcatraz, debido a que desde las anteriores seguía siendo capaz de manejar sus negocios sin ningún tipo de impedimento. Debido a su buena conducta fue liberado en noviembre de 1939. Sus últimos años de vida los pasó en su mansión de Florida, en donde vivió con alucinaciones y con el miedo constante de ser asesinado. Acabó muriendo el 25 de enero de 1947, físicamente muy débil y psicológicamente destrozado, siendo víctima de la sífilis y de un ataque cardíaco.

Bugs Moran, por su parte, jamás pudo recuperarse del golpe que le dio Al Capone aquel día, quedando su carrera como ganster truncada. Finalmente murió, víctima de cáncer en 1957, mientras cumplía una pena de diez años de prisión por robo. 

Cambia el punto de vista acerca de la Mafia entre los civiles
El día de San Valentín de 1929 supuso, por tanto, un antes y un después en la historia del crimen organizado en los Estados Unidos de América, pues fue cuando Al Capone, quizás mafioso más famoso mafioso de la historia, acabó con toda la competencia en su ciudad, Chicago, convirtiéndose así en el líder indiscutible del hampa. Pero, a la vez, esta masacre supuso que la aceptación pública que tenía la mafia hasta ese momento comenzase a venirse abajo, pasando a ser vistos como delincuentes, y no como héroes populares, como eran vistos hasta ese momento por la mayoría de la población, debido a que combatían la absurda Ley Seca impuesta por el gobierno.


Saludos a todos!!

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