miércoles, 30 de octubre de 2013

La Guerra de los Mundos

En las vísperas del día de Halloween del año 1938, en Estados Unidos, un 30 de octubre, un por entonces jovencísimo Orson Welles (6 de mayo de 1915) realizó una de las mayores bromas en la historia de la humanidad.
"Sabemos ahora que, en los primeros años del Siglo XX, nuestro planeta estaba siendo observado muy atentamente por inteligencias superiores a las hombre, aunque también tan mortales como las nuestras".
 
El joven actor y director, Orson Welles, había adquirido cierto reconocimiento en programas de radio, especialmente por la adaptación que había hecho de Los Miserables. Fue por ello por lo que en el verano de 1938, la Columbia Broadcasting System (CBS) le ofreció realizar un programa semanal en su cadena, en el que transmitiría dramatizaciones de obras por la radio. El programa sería el Mercury Theater on de Air, en el cual inicialmente se adaptarían obras literarias bastante reconocidas. Esas obras serían adaptadas e interpretadas por él mismo y por su equipo de trabajo, encabezado por Howard Koch. Dicho programa sería radiado para todo el país.
 
Después de haber relatado en su programa clásicos como 20.000 leguas de viaje submarino o Drácula, en la noche del 30 de octubre le iba a tocar el turno al libro de Herbert George Wells, La guerra de los mundos. Aquel día la adaptación se haría mediante un show musical que sería interrumpido por boletines informativos de urgencia, los cuales otorgarían un gran realismo a la adaptación. Tal fue el grado de realismo de dicha adaptación que multitud de oyentes cayeron en el engaño, aún a pesar de que nada más comenzar el programa habían sido advertidos de que este era ficción, y fueron nuevamente advertidos en el transcurso del programa. Así comenzaba el programa:
"La CBS y sus emisoras asociadas presentan a Orson Welles y el Mercury Theatre on de Air en La Guerra de los Mundos de H.G.Wells."
 
En la emisión de La Guerra de los Mundos, el propio Welles sería quien interpretaría al profesor Pierson, el científico que se encargaría de ir explicando los sucesos, mientras que sería otro actor el que se encargaría de dar voz al peridista Carl Phillips. Los hechos que iban a tener lugar durante la representación se relatarían en forma de noticiario, interrumpiendo un programa musical y festivo.
 
Lo resultante de aquel programa fue que Welles, que en aquel momento tenía tan sólo 23, obtuvo gran popularidad con el mismo. Y esa popularidad fue recíproca entre el actor y director y aquel programa, ya que la fama de la persona hizo que la leyenda sobre aquel día de terror se agigantase con los años. También, por supuesto, mucha gente cuestiona realmente las dimensiones que alcanzó el fenómeno, alegando que este es más un mito que una realidad.

Desarrollo del programa
El concierto de Ramón Raquella que se estaba emitiendo a la hora del supuesto ataque, fue interrumpido por primera vez para informar que se estaban divisando unas extrañas luces provenientes de la superficie de Marte. La siguiente interrupción daba la información de la caída de un meteorito en el distrito de Nueva Jersey. Ante esos acontecimientos, la radio enviaba un periodista, acompañado del prestigioso astrónomo, el profesor Pierson, al lugar de los hechos. Desde el lugar donde había caído el supuesto meteorito, el enviado especial contaba lo que estaba viendo:
"Señoras y señores, esto es lo más terrorífico que nunca he presenciado... ¡Espera un minuto! Alguien está avanzando desde el fondo del hoyo. Alguien... o algo. Puedo ver escudriñando desde ese hoyo negro dos discos luminosos... ¿Son ojos? Puede que sean una cara. Puede que sea..."
 
Carl Phillips, que así se llamaba el enviado por la CBS, mendiante entrevistas a testigos, con testimonios como el de las líneas anteriores, fue contribuyendo a crear el pánico entre los oyentes. Los gritos de las primeras víctimas de los marcianos no hicieron sino aumentar ese pánico entre los que escuchaban al periodista, hasta que él mismo fue víctima de los invasores y la transmisión desde Nueva Jersey se interrumpió.
 
Al perder la conexión con Phillips, la situación ya era de caos total en Nueva Jersey. Tal era este caos, que antes del final del programa la policía ya había llegado a los estudios de la CBS. Las diferentes comisarías de la policía, al igual que sucedía con las redacciones de noticias, se encontraban saturadas por la enorme cantidad de llamadas telefónicas que hacían los oyentes, presas del pánico. Estos se encontraban aterrorizados y desesperados, e intentaban protegerse de los ficticios ataques con gas de los marcianos. Se llegó a hablar que más de un millón de personas, de los seis que escuchaban el programa, llegaron a creerse la broma radiofónica, llegando a producirse, incluso, llamadas a la policía de algunas personas que afirmaban haber visto a los invasores.

El programa duró casi una hora, siendo los primeros cuarenta los correspondientes al falso noticiario, que terminaba cuando el locutor de la CBS fallecía en la azotea de la radio, a causa de los gases y seguía con la narración en tercera persona del profesor Pierson, que describía la muerte de los invasores.

Al día siguiente, las crónicas de los periódicos hablaban del pánico que la broma de Welles había causado. Ese pánico había generado, a su vez, embotellamientos, accidentes de tráfico, avalanchas humanas, y agolpamientos frente a comisarías, hospitales e iglesias, además de suicidios, e incluso algún aborto e infarto. También saltaron las protestas, exigiendo responsabilidades y la cabeza de Orson Welles, al igual que una explicación. Por ello, el propio Orson Welles pidió perdón por la broma de Halloween, considerada una burla por los oyentes.

Esa histeria colectiva demostró el poder de los medios de comunicación de masas, provocando que los ciudadanos perdieran la inocencia respecto a los medios de comunicación. También este curioso episodio catapultó a la cima la carrera de Welles. Había nacido la leyenda de Orson Welles, cuya fama posterior no hizo sino agrandar la leyenda de 30 de octubre de 1930.

Imitadores de Welles
En febrero de 1949, en Radio Quito, una de las emisoras más prestigiosas del país, se intentó realizar una adaptación similar a la que había protagonizado Orson Welles en la década anterior. En la representación, un locutor interrumpía la retransmisión de un número musical para informar de que se habían observado objetos voladores sobre las Galápagos, que minutos más tarde, iban a llegar a la ciudad. A los pocos minutos se descubrió la verdad de esos avistamientos, lo que provocó una gran agitación popular contra el edificio de El Comercio, donde se encontraba la sede de la emisora. Esa agitación acabó causando un incendio en el edificio, que rápidamente se propagó. La policía no actuó socorriendo a los trabajadores del edificio, ya que les había sentado mal la broma. Finalmente los operarios del edificio optaron por ponerse a salvo saltando al techo del edificio contiguo. Las consecuencias fueron la muerte de cinco personas, basto de las llamas, y unos daños cuatro veces superiores a los que podía cubrir el seguro. Radio Quito no pudo volver a emitir, debido a los daños, hasta abril de 1951.

Por fortuna, no todas las adaptaciones fueron tan trágicas, como demostraron las que se realizaron en 1998, con motivo del sesenta aniversario de la hecha por Welles. Para ese sesenta aniversario, una emisora portuguesa y otra mejicana decidieron emular a Welles y transmitir una versión contemporánea de la obra. Dichas retransmisiones fueron un éxito, y ante todo, no acabaron en tragedia, como la realizada por Radio Quito.
 
 
Saludos a todos!!

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